martes, 16 de julio de 2013

Diez Consejos para una meditación exitosa

La meditación es una práctica que se centra en el momento presente y que ha demostrado múltiples beneficios para la salud, y para mejorar tanto nuestra atención como la relación con nosotros mismos y con los demás.

Pese a que en muchas ocasiones no encontramos el tiempo necesario para meditar, siempre que podamos hacerlo es una gran opción, independientemente del lugar y de la hora. A continuación os indicamos una serie de consejos que os servirán a la hora de meditar.


  1. Respiración: Se debe mantener toda nuestra atención en la respiración, sintiendo las sensaciones que surgen de nuestra nariz, pecho, diafragma o abdomen.
    Meditación
  2. Observar las sensaciones: Se deben observar tanto las sensaciones que surgen a medida que se respira como el resto de sensaciones que surgen del cuerpo. Tomé un pequeño viaje por todo el cuerpo, recorriendo todas las partes y percibiendo diferentes sensaciones en cada zona. Podremos sentir sudoración, sensación de pesadez, tensión en caliente o en frío... pero no se deben etiquetar las sensaciones, solamente observarlas.
  3. No hay que esperar que suceda nada: La meditación es lo opuesto a la emoción. Cuando meditamos debemos estar solamente en el momento presente, aquí y a ahora, sin esperar ningún momento trascendental de la iluminación o algún destello de intuición. Simplemente debemos estar centrado en las sensaciones que tenemos en ese momento.
  4. No juzgues las sensaciones: Se deben aceptar todas las sensaciones surgidas en cualquier parte del cuerpo, sea mala o buena. Si las juzgamos comenzaremos a desear esas sensaciones que consideramos "buenas" y se generará "aversión" frente a las malas. 
  5. No reaccionar: Pese a que algunas sensaciones nos parecen exigir reacciones frente a ellas, podemos hacer que la energía sea capaz de moverse por el cuerpo sin reaccionar. El secreto para superar diferentes patrones adictivos es practicar la no reacción a las sensaciones dolorosas. El resistir la tentación a la hora de meditar sirve para seguir creciendo en esta práctica.
  6. Deja de escuchar tus pensamientos: Este aspecto es muy confuso para los novatos, ya que mucha gente dice "no puedo meditar por que no puedo dejar de pensar". Para ello no hay ningún secreto y la única opción es que en el momento que nos demos cuenta de que hemos dejado de meditar y empezamos a pensar, debemos volver a meditar de nuevo, centrándonos totalmente en ello.
  7. Sonreir: Pese a que parezca inusual, el simple hecho de sonreír libera endorfinas en el riego sanguíneo que nos hacen sentir más felices y presentes. Aunque no nos sintamos felices, se deben poner las comisuras de la boca hacia arriba, sintiendo la sensación de sonrisa en la cara y sobretodo en los ojos. Incluso una sonrisa "forzada" se ha demostrado que nos hace más feliz, por lo que se debe fingir hasta que lo consigamos.
  8. Meditar en cualquier momento: Se puede meditar en cualquier sitio y en cualquier momento. Uno de los mitos de la meditación es que nos debemos sentar con los ojos cerrados, pero la realidad es que se puede meditar mientras nos cepillamos los dientes, bajamos las escaleras, de camino al trabajo, haciendo deporte, yoga, cocinando... Siempre hay un momento para meditar, aunque solo dure unos segundos.
  9. Ámate a ti mismo: A medida que pasan más y más tiempo observando las sensaciones corporales, comenzaremos a notar que los pensamientos nos hacen sentir sensaciones en el cuerpo, buscando que las mismas sean positivas. Por ello, se puede hacer uso de mantras como: "Yo soy lo suficiente bueno", una oración buena para empezar.
  10. Tiempo: una vez comencemos a ver los grandes beneficios que nos proporciona la meditación, debemos empezar a emplear más tiempo en hacerlo. En un principio comenzaremos con 10 minutos, y a partir de ahí iremos incrementando el mismo.